domingo, 8 de noviembre de 2009

Sesiones básicas del Método Rolf


El Método Rolf consiste en una serie básica de10 sesiones.
Cada una de estas sesiones básicas, prepara al cuerpo para la siguiente sesión.
Cada sesión dura aproximadamente una hora, se pueden realizar con una frecuencia desde 2 veces por semana hasta una vez por mes.
Es importante, luego de la sesión, tomarse un tiempo para sentir las necesidades básicas que el cuerpo expresa, no solo sentirlas si no también atenderlas. Estas necesidades pueden ser: dormir, caminar, llorar, reír, beber, comer, etc.

Cada sesión tiene un objetivo a lograr, es importante tener en cuenta la tensión, la respiración, la restricción de los movimientos, la forma de caminar, la ubicación de los pies, de las piernas, de la cadera, del tórax, del cuello, de la cabeza, de los hombros, de los brazos, observándolos como partes del cuerpo y a la vez como un todo.
La relación entre el tejido, los ritmos de respiración, las respuestas del sistema nervioso y la organización con la fuerza de gravedad son parte del trabajo.
Cuando la persona se acuesta en la camilla de I.E., el profesional comienza trabajando la fascia, capa fibrosa que envuelve los músculos, con presión cuidadosa, moviendo el tejido conjuntivo mediante sus manos, brazos y algunas veces codos.
El trabajo de Integración Estructural es hecho sobre una camilla especial, en la cual la persona se acuesta boca arriba o de perfil, algunas veces también se trabaja sentado y otras de pie.

La persona está activa participando. Algunas veces se le pide que respire en el área que está siendo trabajada o que haga pequeños movimientos a través de una articulación, o que sienta como otros músculos se ponen en movimiento, se le enseñan posturas y movimientos diferentes para usar la fuerza de la gravedad como un sostén, para volver a encontrar el equilibrio, haciendo de la fuerza de gravedad una nueva aliada, lo cual implica volver a organizar el cuerpo.
Los objetivos estructurales son específicos, trabajando en las regiones anatómicas con diferentes niveles de profundidad y presión.
Corrigiendo la postura y recuperando el equilibrio, la persona percibe cambios en su manera de sentir y de vivir. Cuando el cuerpo gana flexibilidad y movimiento, se expande, se alarga, se libera y se pone en funcionamiento su energía vital. Comienza a sentirse libre, obteniendo una relación más armónica con el campo de gravedad de la tierra.
Los desequilibrios físicos disminuyen o desaparecen, estableciéndose así un orden y balance en la anatomía del cuerpo.
Es común oír en las personas que se están realizando I.E., sentir menos cansancio, menos estrés y mayor bienestar en el diario vivir, así como también tener más energía para una actividad determinada y encontrarse en mejores condiciones para realizar actividades que antes no lograban, con menor esfuerzo y cansancio.

Primera sesión

Muchas personas tienen una sensación de mayor capacidad torácica y mejor respiración; sensaciones con las que antes no tomaban contacto, sintiendo como el cuerpo respira amplia y libremente.
El tener una postura vertical hace que la persona sienta que tiene una visión diferente del mundo, he escuchado que me digan "se me cambió la visión del mundo, puedo ver cosas que antes no veía", teniendo el cuerpo derecho y la mirada horizontal ahora ve lo que siempre lo rodeó, que antes no lograba ver.
"Caminar buscando monedas", no es ahora una posición cómoda para el cuerpo.
Luego de cada sesión es importante tomarse un tiempo para sentir las necesidades del cuerpo y atenderlas.
Estas necesidades son claras y especificas, pueden ser dormir, comer, beber, llorar, caminar, etc., es muy beneficioso escuchar al cuerpo y atender esa necesidad básica.
Al quitarle las tensiones al cuerpo, este siente mas nitidamente y tiene necesidades claras.
"Cuando un cuerpo comienza a funcionar de modo apropiado y la fuerza de gravedad consigue fluir a través de él espontáneamente, entonces, el cuerpo se cura a si mismo".

Después de las diez sesiones

Cuando la Serie Básica de las Diez Sesiones está completa, se le recomienda a la persona que se permita sentir los cambios durante un período de tiempo.
Este tiempo es personal y se ve luego de terminada la serie básica, puede ser entre un mes y un año para luego volver a hacerse más trabajo de Integración Estructural.
Este período de espera le permite al cuerpo tener tiempo para integrarse.
Luego de este período de espera, las personas suelen volver para hacerse un trabajo más avanzado, lidiando otra vez con el equilibrio, el movimiento y también el percibir mas fácilmente, darse cuenta de las necesidades puntuales, tomando conciencia de su cuerpo.
"Si usted puede imaginar como se siente tener un cuerpo que fluye, liviano, balanceado, libre de dolores, sin tensión ni rigidez, sin estrés crónico, bien consigo mismo y con el campo de gravedad de la tierra, entonces usted entenderá los objetivos de la Integración Estructural".